Sonreí dandome por satisfecha. Me hubiera bastado, pues por que si no te quedas sola, pero esa contestación también me gustaba.
-¿Te giras?- no era una petición, así que...lo tenía que hacer si o si. Suspiré y acabé antes alejandome de él, llegando casi al límite del bosque. Cerré los ojos y me encogí sobre mí misma. Cuando volví a abrir los ojos ya no era la niña de doce años con coletas, si no una gótica con cara de malévola. Volví al lado de Asce.
-¿Así mejor, señor lobo?- le pregunté con una sonrisa. Estiré el cuello, dios, que rigidez. Tenía que cambiar de forma más a menudo. Cuando había sido la última vez ¿hace cien años? ¿cientociencuenta?
-¿Te giras?- no era una petición, así que...lo tenía que hacer si o si. Suspiré y acabé antes alejandome de él, llegando casi al límite del bosque. Cerré los ojos y me encogí sobre mí misma. Cuando volví a abrir los ojos ya no era la niña de doce años con coletas, si no una gótica con cara de malévola. Volví al lado de Asce.
-¿Así mejor, señor lobo?- le pregunté con una sonrisa. Estiré el cuello, dios, que rigidez. Tenía que cambiar de forma más a menudo. Cuando había sido la última vez ¿hace cien años? ¿cientociencuenta?