Llego al comedor con una hambre que no se saciaría ni comiéndome seiscientos jabalíes ( o al menos eso es lo que pasaba por mi cabeza en esos momentos). Cogí un montonazo de helados y los junté todos a mi alrededor,sirviéndome así de cualquier sabor que se me antojase, comiendo a dos manos.
Todo un espectáculo para quien hiciese su aparición, ya que parecía que no me habían alimentado en largos meses...
Todo un espectáculo para quien hiciese su aparición, ya que parecía que no me habían alimentado en largos meses...