Junto con Ulquiorra, logramos entrar en la Sala de los Deseos... el único lugar que se me ocurría dónde no nos podrían molestar. La sala había optado la apariencia de unas mazmorras, completamente a oscuras, dónde había una especie de cojines tirados por el suelo.
-¿Aquí te está bien?-Pregunto a mi acompañante, para mi opinión no había sitio mejor para el ofrecimiento de sangre.
¿Por qué estoy tan interesada en su sangre? Olía muy bien... Y era una de las únicas personas con las que mantenía una amistad en este lugar. Alguien como yo no puede ir por ahí cogiendo confianzas así como así; y si teníamos en cuenta nuestra parecida personalidad...
-¿Aquí te está bien?-Pregunto a mi acompañante, para mi opinión no había sitio mejor para el ofrecimiento de sangre.
¿Por qué estoy tan interesada en su sangre? Olía muy bien... Y era una de las únicas personas con las que mantenía una amistad en este lugar. Alguien como yo no puede ir por ahí cogiendo confianzas así como así; y si teníamos en cuenta nuestra parecida personalidad...